En los recientes meses, debido a la situación mundial provocada por el virus COVID-19, las entidades asociadas a FEDACE, así como sus usuarios y los familiares de éstos, se han visto afectados en multitud de aspectos a la hora de continuar y mantener las actividades de atención y rehabilitación sociosanitaria.

Durante los meses de cuarentena se ha potenciado el trabajo no presencial por videoconferencia y telefonía. Todos los profesionales de las entidades han dado lo mejor de sí mismos para atender telemáticamente a sus usuarios. No obstante, es imposible que la atención no presencial sea tan buena como la presencial, y por ello estos meses pueden afectar negativamente en la recuperación de las personas con daño cerebral.

Ahora que ha finalizado el Estado de Alarma y comienza el periodo de nueva normalidad, el movimiento asociativo de Daño Cerebral está preocupado por cómo desarrollar de manera segura el trabajo presencial en sus centros de atención directa.

Las limitaciones de espacio y de protección, tanto en los centros de atención como en el servicio de transporte hacia los mismos para las personas usuarias, pueden ser críticas a la hora de recuperar la actividad habitual.

Desde FEDACE se ha creado una comisión que trabaja en la reconstrucción económica y social del Movimiento Asociativo de Daño Cerebral para salir adelante en esta complicada nueva etapa. Entre las necesidades que han destacado todas las entidades federadas se encuentran las siguientes:

• Abastecimiento de equipos de protección individual (EPIs). Muchas asociaciones se han visto desprovistos de guantes, mascarillas, batas, etc. en sus preparativos para la vuelta a los lugares de trabajo.
• Para cumplir con los protocolos de seguridad recomendados, hacen falta materiales de higiene y sanidad que no todas las entidades poseen o pueden financiarse: gel hidroalcohólico, toallas desinfectantes, ozono, lejía, tomas de temperatura, tests, refuerzo del personal de limpieza, etc.
• Apoyo para la sostenibilidad y estabilidad económica de las entidades. Los meses de clausura, las limitaciones espaciales en el servicio de transporte y comedor, y el miedo de las personas usuarias de salir de casa y poder infectarse son factores que están suponiendo un problema para la estabilidad económica de las asociaciones, dificultando incluso hacer frente al mantenimiento y alquiler de los centros de trabajo.
• Recursos materiales, económicos y de transporte para la atención de nuevos casos de Daño Cerebral. Debido a la situación actual, muchos centros concertados de atención al Daño Cerebral o están cerrados o no admiten nuevos casos. Por ello, desde el Movimiento Asociativo de Daño Cerebral debemos asegurarnos de que tenemos los recursos necesarios para atender satisfactoria y rápidamente a aquellas personas que lo necesitan.
• Recursos para dar servicios de apoyo a domicilio a personas con Daño Cerebral que no puedan realizar desplazamientos, que tengan miedo a salir a la calle por temor a contagiarse o que vivan en entornos rurales de difícil acceso.

Por todas estas razones, queremos hacer partícipe a todo aquel que quiera colaborar con FEDACE para garantizar la atención adecuada a las personas que lo necesitan y para ayudar a mantener vivo un movimiento asociativo que es vital para las personas con Daño Cerebral y sus familias.