En el área de Alteraciones sensitivas y sensoriales nos referimos a cómo recibimos información de nuestro entorno, a través de los sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) e incluyendo el equilibrio y la percepción de un mismo.
Así, dentro del Daño Cerebral Adquirido se dan casos de pérdida de visión o visión doble, pérdida de gusto y olfato, que pueden estar asociadas; pérdida de audición e incapacidad de identificar dolor o cambios de temperatura en nuestra piel. Las mismas lesiones que causan problemas de audición pueden resultar en dificultades para mantener el equilibrio, ya que es una habilidad que depende del oído interno.
Los problemas en la percepción del propio cuerpo se traducen en dificultades para desplazarse sin ver cómo estamos moviendo nuestro cuerpo. Es decir, una persona con este problema debe comprobar cómo su pie se mueve para poder avanzar un paso. Todas estas desconexiones con el cuerpo reducen de manera considerable la independencia de cualquier persona y hacen que desplazarse o interactuar con el entorno puedan ser tareas peligrosas.