Veinte propuestas para la atención del Daño Cerebral durante la crisis del COVID-19
La actual crisis del COVID-19 está suponiendo graves problemas para colectivos vulnerables. Uno de ellos son las personas con daño cerebral y sus familias, quienes no deben ser un colectivo olvidado en la gestión de esta crisis.
Por ello, la Federación Española de Daño Cerebral propone al Gobierno Nacional y a los Gobiernos y Administraciones locales, regionales y autonómicas las siguientes medidas para prevenir situaciones de injusticia social y de complicaciones sociosanitarias:
- Realizar campañas con las que concienciar a la población de acudir a tiempo a los Centros Sanitarios, sin temor a contagio, ante una situación de emergencia sanitaria debida a un ictus, un traumatismo craneoencefálico, un tumor cerebral, una anoxia u otra infección cerebral.
- Solicitud al Ministerio de Servicios Sociales y Agenda 2030 de habilitar medidas de “emergencia social” para las personas con daño cerebral cuyo cuidador principal esté hospitalizado, enfermo o fallecido por COVID-19.
- Garantizar que las altas hospitalarias, en fase subaguda del daño cerebral, se ajusten a las necesidades reales de los pacientes. Hay constancia de que, ante la necesidad de camas, se está enviando a las personas a sus casas antes de que haya finalizado el periodo habitual de rehabilitación tras un ictus, un traumatismo craneoencefálico, un tumor cerebral u otras causas que provocan Daño Cerebral.
- Incorporar medidas para la necesaria rehabilitación física y/o cognitiva en casos de personas recién accidentadas o que han sufrido un ictus reciente y que han sido dadas de alta hospitalaria sin ningún proceso de seguimiento. El adecuado tratamiento de la fase subaguda es crítico para la rehabilitación de una persona con daño cerebral.
- Reconocimiento de las personas con cerebral como colectivo de alto riesgo por sus características y múltiples secuelas, así como sus grandes necesidades de apoyo. Una vez cubiertas las necesidades del personal sanitario en hospitales y UCIs, se debe asegurar el abastecimiento de material de protección individual a profesionales de atención al daño cerebral, a las personas con daño cerebral y a sus familias.
- Incorporar cuanto antes medidas de rehabilitación física y/o cognitiva en personas mayores con daño cerebral sin acceso a medios telemáticos. En estos casos el aislamiento puede provocar que estas personas no reciban estimulación de ningún tipo por lo que el deterioro cognitivo y motórico resultante va a ser grave.
- Complementar la medida anterior con la cesión temporal de medios técnicos (wifi, teléfonos móviles, tablets…) que permitan la teleasistencia de aquellas personas con daño cerebral aisladas sin familiares y sin acceso a medios telemáticos.
- Garantizar a los Centros Residenciales y Centros de Atención Diurna el suministro de EPIs, de material de desinfección y de medicación habitual o puntual de las personas usuarias. Se realizará en instalaciones del Movimiento Asociativo del Daño Cerebral cuando el Gobierno lo permita y en entorno domiciliario cuando sea preciso para personas con daño cerebral.
- Elaborar protocolos claros de actuación en caso de contagio que tengan en cuenta el manejo de las personas con alteraciones de conducta.
- Garantizar el derecho a la vida y a la salud de las personas con daño cerebral. Promulgar el acercamiento al colectivo en igualdad de condiciones y bajo la premisa de no discriminación por razones de discapacidad; ser parte de los colectivos prioritarios en atención y seguimiento sanitario.
- Creación de una bolsa de trabajadores del ámbito social para la eventual sustitución de profesionales en situación de cuarentena y promover campañas de voluntariado social para atender a las personas más vulnerables.
- Generar mecanismos de apoyo a los Centros de Atención al Daño Cerebral y a las personas que trabajan en ellos para no poner en peligro de viabilidad la salud de las personas con daño cerebral y sus familias, ni tampoco perjudicar los trabajadores que les atienden.
- Prestar servicios de compra, limpieza y apoyo en atención domiciliaria a las personas con daño cerebral de mayor riesgo que lo necesiten.
- Las prestaciones transitorias de la Seguridad Social destinadas a madres y padres que deben permanecer en su domicilio al cuidado de sus hijos por el cierre de colegios deben extenderse a las familias de personas adultas con discapacidad afectadas por el cierre de centros de atención a la discapacidad.
- Ante el uso de hoteles como espacios sanitarios donde atender a personas con COVID-19, señalar que la accesibilidad de estos lugares debería ser un criterio a tener en cuenta para atender a personas con daño cerebral en los mismos.
En cuanto a la situación de las entidades sociales del movimiento asociativo de personas con Daño Cerebral y sus familias, han demostrado y están demostrando durante esta crisis ser un soporte fundamental para las personas con daño cerebral y para sus cuidadoras. Por ello se hace imprescindible asegurar su continuidad como tejido social. En este sentido es fundamental asegurar su financiación adecuada, adoptando las siguientes medidas:
- Mantener el importe íntegro de los conciertos sin reducciones pese a la no utilización de plazas por situaciones ajenas a las entidades y derivadas del estricto cumplimiento de las instrucciones derivadas del actual estado de alarma y otras dictadas por las autoridades territoriales.
- Crear líneas de ayudas para entidades que prestan servicios no concertados para mantener la atención una vez superado el estado de alarma, mitigando el impacto de los ERTEs y de otras situaciones derivadas de la actual crisis.
- Modificar las condiciones de las ayudas concedidas facilitando la ampliación de plazos de ejecución, la revisión de objetivos y la admisión como gastos financiables cancelaciones y otros causados por esta situación.
- Dotar de financiación el desarrollo de servicios de atención domiciliaria con los que prestar apoyo y respiro a las familias de personas con daño cerebral que permanecen confinadas.
- Compromiso político con el Movimiento Asociativo de Daño Cerebral, tanto en el contexto actual como una vez que finalice el Estado de Alarma.
A lo largo de la crisis del COVID-19, el Movimiento Asociativo de Daño Cerebral FEDACE ha trabajado y seguirá trabajando junto al Gobierno y sus Administraciones para aportar soluciones que ayuden a superar esta pandemia.